Telarañas de impunidad: Las voces de resiliencia frente a la violencia estatal-paramilitar en el Magdalena Medio (1998-2000)

Organizaciones firmantes Colectivo 16 de Mayo de 1998, Colectivo 28 de febrero de 1999, Colectivo 4 de octubre del 2000, Asociación Para la Promoción Social Alternativa -MINGA-, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR) Corporación Regional para la Defensa de los Derecho
Fecha de radicación 10/11/2019
Radicado ante SRVR de la JEP.
Ciudad Barrancabermeja, Santander.
Categorías Informes justicia transicional | 
 

Reseña:

El 11 de octubre de 2019 en Barrancabermeja, Santander, Humanidad Vigente junto con el Colectivo 16 de Mayo de 1998, Colectivo 28 de febrero de 1999,  Colectivo 4 de octubre del 2000, la Asociación Minga, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS), el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), la Asociación de Familiares Detenidos-Desaparecidos (ASFADES) y el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), presentamos a la JEP el informe Telarañas de impunidad: Las voces de resiliencia frente a la violencia estatal-paramilitar en el Magdalena Medio (1998-2000).

El informe señala el papel de agentes de la fuerza pública en la expansión del modelo paramilitar, en tanto herramienta estratégica para salvaguardar intereses políticos y económicos en la región del Magdalena Medio. Objetivo que alcanzamos mediante la documentación exhaustiva de los casos de las masacres del 16 de mayo de 1998, el 28 de febrero de 1999 y el 4 de octubre de 2000 y el contexto de macrocriminalidad en la región desde finales de la década de los 80’s.

 Del análisis participativo de los relatos de las víctimas sobre los hechos y el contraste de la información judicial, logramos probar que el papel de los agentes estatales no se limitó a la omisión, sino que estaban activamente involucrados en la planeación y coordinación de las masacres. Así mismo, analiza el papel del Estado en el surgimiento, expansión y consolidación del paramilitarismo, particularmente se detiene en algunas condiciones estructurales del ‘Cerco paramilitar del Magdalena medio’ (1988); entre ellas el discurso y persecución “del enemigo interno”, calificativo asignado por la inteligencia estatal a los habitantes de las comunas 4, 5, 6 y 7 de Barrancabermeja. 

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