Octubre de 2022 – Diciembre de 2023
La mayoría de sus asistentes son indígenas víctimas y familiares de víctimas de etnocidio, hechos que fueron dados a conocer y presentados en el Informe que fue entregado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP): “Etnocidio de los Pastos: Masacre de Túquerres 1996 a 2000”. Estos hechos de violencia fueron declarados de lesa humanidad por la Resolución N. 047 del 13 de abril de 2020, Fiscalía 45 DECVDH de la Fiscalía General de la Nación. Ellos y ellas se organizaron en un proceso social denominado “Escuela de Pensamiento Indígena Luis Gerardo Estrada Yampuezan”, la cual tiene como eje la memoria de los recuperadores de tierras de Túquerres-Nariño y la violencia del sistema a la que se vieron sometidos entre 1996 a 2000.
Entre las temáticas abordadas se reflexionó sobre: la historia de los pueblos Amerindios: “Tendedero de la memoria de nuestros pueblos”, el conflicto, la paz y su relación con los pueblos indígenas, el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR), informe final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), centralidad de las víctimas, participación individual y colectiva, modelos de justicia, normas y sanciones propias, TOAR´S, medidas para la reparación en el SIVJRNR, macrocasos, criminalidad de sistema, ¿Quién dio la orden?, macrocaso 09, y medidas de no repetición, entre otras.
Algunos comentarios y reflexiones de las participantes fueron:
- “Nosotros empezamos la recuperación del territorio indígena en el año 1986, y hasta después de 10 años el gobierno puso sus ojos en nosotros. Salió un edicto y no sabíamos qué era, una persona nos explicó”.
- “Mataron a mi hermano, a mi sobrino y eso me duele y me va a doler siempre, porque los que en realidad sufrimos y vivimos esta lucha estamos en el olvido”
- “A mi tío lo asesinaron y aun no entiendo por qué. Busqué muchas veces la verdad, pero siempre encontré intereses políticos de por medio, hasta ahora que encuentro este espacio de educación donde espero apropiarme de los conocimientos para ser un líder y dejar un legado”.
- “El Estado es el mayor responsable, claro que debe haber reparaciones individuales, pero sobre todo unas colectivas”.
- “Lo que hace que el grupo indígena sea reconocido como movimiento social es su lucha por el territorio y la protección de sus derechos”
- “De las cuatro lecturas puedo resumir que las unidades indígenas siempre han sido perseguidas y que el Estado siempre le ha querido dar la espalda a las comunidades étnicas”
- “Dentro del cabildo, después de haber sufrido el dolor de la pérdida de mi esposo, nos sacaron del censo, me tocó poner tutela para que nos volvieran a meter. Para mí no estar en el censo es una forma de discriminación”
- “Para mí el censo forma parte del derecho a la identidad y si se niega pertenecer al censo se está negando el derecho a la identidad como indígena”
- “Nuestra cultura se desprende de la mujer porque ella es la que danza, teje, está en la casa, cuida y labra la tierra, entonces las mujeres somos muy capaces. Si el gobierno no pone sus ojos sobre nosotras nunca habrá paz”
- “La manera para nosotros perdonar es que podamos conocer la verdad”.
- “El problema es que todas las víctimas de acá no somos reconocidas como víctimas, en nuestro territorio hemos sido abandonados… ninguno tenemos Registro Único de Víctimas”
- “Es importante que las personas menores de 40 años reconozcan lo que ha ocurrido en el territorio, la memoria hay que dejarla viva para que todos la conozcan, con esto nos damos cuenta de que no solo es plata lo que se tiene que pedir”
- “Entiendo que la justicia restaurativa es como un acuerdo para sanar entre víctima y victimario”.
- “Nos gustaría ser reparados con la verdad, que nos devuelvan la tierra, porque a los seres queridos fallecidos lastimosamente no nos los podrán reponer”
- “En cierta medida lo que yo entiendo es que como víctimas con eso de los Toar le estamos haciendo un favor a los victimarios, fuera de que nos hicieron daño ahora nos toca a nosotros hacerles el favor para que no paguen cárcel”.
- A mí me gustaría que, en memoria de Vicente Estrada, mi padre, poder hacer realidad una visión en generar progreso para su familia y comunidad. Crear una fábrica de baldosa en la cual se pueda generar trabajo y estabilidad para la familia y empleados. Crear un proyecto de vivienda que lleve su nombre, gracias a su profesión. Esa sería una manera de reparación en memoria de las víctimas que entregaron su vida en busca de la igualdad socioeconómica de nuestra comunidad”.
- “A nosotros como médicos ancestrales nos gustaría tener una casa de sanación – mente, cuerpo y espíritu-, amplia que cuente con los elementos de nuestra madre tierra (tierra, agua, fuego, aire) que son importantes para nuestros rituales de limpieza y sanación, no queremos atender en cuatro paredes, como lo quieren proponer desde los hospitales”.
- “Necesitamos pedir ampliación del informe que se pasó a la JEP y hacer la acreditación urgentemente”
- “Lo más importante para mí fue la percepción del perdón desde cada persona, aprender a visualizar la reparación y rehabilitación no como una venganza que no lleva a ninguna parte, sino más bien como una oportunidad en la que se saque lo mejor de cada persona, en la que se aproveche los conocimientos de los victimarios como aporte a la reparación de los daños que causaron y aunque como víctimas no es suficiente para reparar el dolor, por lo menos aspiramos a recibir un beneficio comunitario en el que se reconozca a nuestros familiares caídos y sus familias como víctimas de un sistema”.
- “Teniendo en cuenta que los TOAR como reparación se tiene que aceptar como un proyecto que beneficie a toda la comunidad, también hay que pensar en algo que sí impacte individualmente a las víctimas directas, los proyectos de construcción de vivienda sería una buena idea al comprender que las víctimas del etnocidio estaban buscando la estabilidad en cuanto a tenencia de tierras para vivienda y beneficiar a la comunidad”
