| Organizaciones firmantes: | Humanidad Vigente Corporación Jurídica |
| Fecha de radicación: | 21 de marzo de 2022 |
| Radicado ante | SRVR de la JEP. |
| Ciudad: | Bogotá |
Reseña:
Frente a la estatua del no-futuro, las personas jóvenes hemos decidido tumbarla y pararnos en el pedestal a bailar y celebrar la vida y la primavera que empieza a nacer con esta nueva generación.
S. Santamaría,
Flores de andén. Poblando las grietas
En marzo de 2022 presentamos a la JEP el informe ‘Violencias contra Niños, Niñas y Jóvenes en el marco del conflicto armado interno de Colombia’, con el objetivo de luchar contra la impunidad en los casos donde los niños, niñas y jóvenes—NNAJ— fueron víctimas de un amplio repertorio de violencias ligadas a causas estructurales del conflicto armado como la pobreza, la discriminación, el racismo, etc. Esta población invisibilizada ha sufrido los impactos del conflicto de manera desproporcionada, heredando daños trasngeneracionales.
La lista de principios que regentan el tratamiento institucional de los NNAJ es larga y repetida hasta la saciedad por grupos políticos y económicos que capitalizan las emociones que despiertan en la población los discursos de protección de la niñez, con el fin de perpetuarse en el poder político y económico. Impostura que no deja de ser nominal pues, como se podrá ver en este informe, el tratamiento que han recibido los NNAJ por parte del Estado colombiano en el marco del contexto del conflicto es el de enemigo interno, que al situar en este contexto específico hemos llamado ‘continuum de violencias disciplinantes’.
En la primera parte del informe situamos desde una perspectiva historiográfica las nociones de niñez y juventud en Colombia exponiendo los alcances en materia de minorización, represión, protección, exposición, vulneración, autonomía, agencia y reparación. Seguidamente presentamos el universo de graves hechos violatorios de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario y de violencia de Estado cometidas contra NNAJ en el conflicto armado interno, en los departamentos de Arauca, Meta, Santander y Antioquia, que en su conjunto proponemos ver como un ‘continuum de violencias disciplinantes’ por su carácter técnico, sistemático y prolongado en el tiempo.
La última parte son una serie de solicitudes a la Sala de Reconocimiento de verdad, de Responsabilidad, de determinación de los hechos y conductas —SRVR—, de la Jurisdicción Especial—JEP— con las que pretendemos contribuyan a materializar la verdad, la justicia y las garantías de no repetición.